Al finalizar una relación donde has depositado tu confianza, tus sueños y tu proyección al futuro, es normal que sientas una profunda tristeza y una sensación de fatalidad, que te hace sentir que no puedes seguir adelante. Que sea normal sentir el dolor por la pérdida, no quiere decir que va a ser permanente o que tu vida ha perdido sentido.
Ese dolor que experimentas va a pasar, pero por ahora no puedes huir de lo que sientes, es fundamental que seas consciente de los sentimientos que experimentas por la ruptura; eso que estas sintiendo no es un castigo ni una venganza de la vida, es tu ser interior hablando, manifestándose, expresándose desde lo más profundo, con el propósito de que te detengas y prestes atención, para que logres a partir del sentir, comprender aspectos de ti que no habías querido atender y que ahora se manifiestan para que trabajes en ellos.
Las relaciones de pareja te brindan la oportunidad de conocerte mejor; la intimidad que se genera al compartir con otra persona en pareja te permite verte sin máscaras, expuesto, vulnerable y te muestra aspectos oscuros y brillantes de tu ser, ese poder ser autentico en la pareja te hace valorar más ese vínculo, por eso al finalizar la relación tienes la sensación de que estas perdiéndote a ti mismo a esa parte de ti que lograbas ver y ser en pareja.
Es normal y valido ante la perdida sentir que te duele el corazón y que ese dolor se manifieste en tu cuerpo; cuando tienes miedo a sentir lo que sientes es porque estas desconfiando de ti, de tu capacidad y fortaleza para transformar tu dolor presente en una oportunidad para crecer y crear nuevas versiones de ti mismo en un futuro cercano.
Te invito a que siguas las siguientes recomendaciones para afrontar la tristeza y empezar a sanar tu corazón herido:
Se amable contigo mismo: Suelta el peso del que dirán, de los señalamientos sociales o familiares, que una relación de pareja no funcione y llegue a su final no es un fracaso personal. Deja de juzgarte y culparte, no se trata de negar totalmente tu responsabilidad en la ruptura, sino por el contrario de poder mirar lo que ocurrió en la relación desde un lugar de aceptación y amor propio.
Para ser amable contigo debes de estar atento al dialogo interior, observar con atención lo que te dices y empezar a cambiar tus discursos fatalistas y condenatorios por discursos más realistas, donde seas autocompasivo, y te acompañes con amor incondicional diciéndote palabras de aliento, motivación y apoyo.
¿De que te sirve culparte o reprenderte por la pérdida? Bueno te diré que solo te sirve para aumentar tu malestar, para nutrir el sufrimiento y para generar ansiedad ante el futuro; por el contrario, si te hablas desde el amor y la autocompasión disminuyen tus miedos al fracaso, la soledad y el señalamiento y logras retomar más rápidamente tu vida.
Es importante aclarar que ser amable consigo mismo no es ignorar el sufrimiento que sientes, por el contrario, es darte el permiso de reconocerte vulnerable como cualquier otro humano, pero con plena consciencia de tu valor, diciéndote a ti mismo que esto también pasara y pronto vas a estar bien.
Trabaja en estar presente: Tu mente siempre quiere una explicación y va a querer encontrar respuestas para entender por qué la relación se terminó, te llevara a diálogos internos interminables y agotadores, que no van a ningún lugar, recrearas en la mente las conversaciones con tu expareja juzgando lo que debiste o no decir, todo ese dialogo interno te engaña y te hace creer que puedes encontrar una solución ya sea revisando lo que ocurrió en el pasado o ya sea ideando escenarios futuros que van hacer que tu expareja vuelva.
Es muy importante que empieces a salir de tu mente y estés más presente en tu vida. Para ello debes ser un observador constante de tu mente, presta atención y date cuenta cuando empiezas a divagar en pensamientos y sin juzgarte tráete de nuevo a la realidad, a la vida presente; una forma efectiva para traerte al aquí y al ahora es la practicar de la respiración diafragmática, ser consciente de tu respiración es una forma efectiva para estar más en tu cuerpo y menos en tu mente.
No te aísles: Tener momentos de soledad durante el duelo es necesario y ayuda en tu proceso, lo que no esta bien es descuidar tus vínculos con amigos y familia y decidir aislarte.
Si bien es verdad que la tristeza por la pérdida de una relación amorosa te hace sentir sin energía, con agotamiento y con pocas ganas de compartir con otras personas, no puedes olvidar que eres un ser social y que necesitas del contacto humano.
Es clave para poder superar la ruptura hablar de ella, pedir ayuda o consejo a las personas cercanas te pueden a ayudar a tomar las mejores decisiones. Silenciarte y no compartir con otros tus pensamientos y sentimientos te deja en manos de tu conversación interna que no siempre es objetiva y cordial, por eso es importante escuchar sin prejuicio a los otros ya que te ayudan a ampliar la visión de lo que estas viviendo.
Escuchar a los otros y escucharte cuando hablas con ellos, te brinda una nueva perspectiva e información que te permite dejar de ver en blanco y negro y empezar a identificar que existe una gran gama de colores, aun en los días que parecen más oscuros.
Busca a tus amigos, conocidos, familiares, comparte tiempo con ellos, habla por teléfono, genera planes para salir a tomar café, ver una película, salir a comer, caminar, hacer actividades al aire libre; no te ocultes, ni cortes la comunicación, en los momentos de crisis es cuando más necesitas conectar con otros.
Pon en práctica las recomendaciones que te di, pero si con el paso del tiempo siente la intensidad del dolor por la ruptura amorosa y no logras retomar tu vida cotidiana busca ayuda profesional.
No olvides que eres el responsable de tu bienestar, por eso debes priorizarte y tomar acción para estar mejor; si no te sientes bien, es momento de buscar un profesional en salud mental que te acompañe a sanar tu corazón.