¿PUEDO SER FELIZ EN EL TRABAJO?

mujer feliz, escribe con marcador en tablero en su trabajo

Puedes ser feliz donde tú decidas ser feliz, la felicidad no está condicionada por factores externos, ser feliz es la manifestación de tu libertad, eres tú quien decide si es o no feliz, sin importar las circunstancias externas.

Si bien las circunstancias externas pueden llegar a ser difíciles, retadoras, dolorosas e incluso limitantes, tú eres quien les concede poder para condicionarte o no.

Como percibimos e interpretamos la realidad determina como vivimos esa realidad. Es importante que reflexiones sobre cuál es tu interpretación del trabajo ¿Qué es lo que piensas sobre el trabajo en general y sobre tu trabajo en particular?

Esa primera reflexión te dará elementos para dar respuesta a nuestra pregunta inicial.  ¿puedes ser feliz en el trabajo? 

Revisemos algunos pensamientos recurrentes que tienen las personas sobre el trabajo:

  • El trabajo es un mal necesario.
  • El trabajo es una obligación.
  • El trabajo es demandante.
  • El trabajo es injusto, no es equitativo el salario a la cantidad de trabajo.
  • El trabajo es aburrido.
  • El trabajo es mal pago.
  • El trabajo es agotador.
  • En el trabajo no reconoce mi esfuerzo.

Todos estos pensamientos son la interpretación que haces de lo que vives cotidianamente en el ambiente laboral y estos pensamientos sostenidos durante mucho tiempo terminan por generar un estado emocional, es decir, sentimientos frente al trabajo y claramente no serán sentimientos de satisfacción y alegría, sino por el contrario de mucha insatisfacción, tristeza, rabia, desilusión y agotamiento.

Y como puede ser feliz una persona en su trabajo si constantemente se siente mal y piensa que está pagando una especie de condena o castigo; es muy difícil que quien percibe e interpreta el trabajo como una amenaza o un enemigo, se sienta feliz con él.

Muy probablemente tu mente está generando algo de resistencia y buscando los argumentos, las evidencias que comprueben que el trabajo es el problema, que no tiene que ver con la forma en que tu reaccionas ante los retos que implica el trabajo,  sino que es culpa del jefe y su mal carácter, de los compañeros de trabajo y su egoísmo, de las políticas de la empresa que solo piensan en sus intereses o culpa de la crisis económica que te atan al trabajo y no te permite renunciar, ya que no es fácil encontrar otro.

Hay que admitir que los argumentos de la mente son muy buenos, tenemos un gran entrenamiento, años y años de práctica donde hemos aprendido a interpretar que todo lo externo nos afecta, que los otros tienen el poder de determinar nuestros estados de ánimo, que si el mundo fuera como queremos que sea podríamos por fin ser felices.

Imagínate por un momento que el mundo fuera lo que cada uno de nosotros quiere para ser felices, eso implicaría que tú también deberías de actuar de acuerdo a lo que otros esperan y quieren de ti, para ellos ser felices. Un poco complejo y agotador, ser quien otros esperan que seamos y hacer lo que otros esperan que hagamos.

Aunque esa idea parece un poco extraña, si lo reflexionamos nos vamos a dar cuenta que a veces vivimos así, deseando que nos complazcan y complaciendo a otros para no perder su aprobación y su amor.

Volvamos a nuestra primera idea, cómo percibimos e interpretamos el mundo, nuestros pensamientos no surgen de la nada, se construyen gracias a la información, ideas, experiencias, y recuerdos que hemos almacenado en nuestra memoria, esta base de datos gigantesca en donde se construyen nuestros pensamientos, por eso es tan difícil incorporar nuevas ideas que no se relacionen o asocien con las que ya tenemos almacenadas. 

Si se nos presenta una nueva idea que está en oposición a nuestra información previa, esto genera conflicto y nuestra mente buscara argumentar y demostrar que tiene la razón y que lo que piensa lo piensa basada en la evidencia que ha recopilado a lo largo de la vida.

Así que nuestra objetividad no es muy confiable, pues siempre recurrirá a nuestra memoria y esto termina por limitarnos ya que nos cuesta abrirnos a ideas nuevas, nos cuesta el cambio, arriesgarnos, cuestionar nuestras verdades.

Pues bien, esta es una invitación a cuestionar esas verdades y que empecemos por transformar las ideas que tenemos sobre el trabajo. Yo voy a proponer algunas ideas nuevas y espero que tu asumas el reto de encontrar 5 nuevos pensamientos sobre el trabajo desde una mirada positiva.

Aquí van mis 6 ideas:

  • El trabajo es positivo para mi salud mental
  • El trabajo me permite conocer y desarrollar mis habilidades
  • El trabajo potencia mi capacidad creativa y de resolver dificultades
  • El trabajo me permite aportar a la vida de otros, por los servicios y los productos que se generan como por la posibilidad que me brinda de apoyar y servir.
  • El trabajo amplía mi posibilidad de contacto e interacción con otras personas con las que puedo generar relaciones de aprecio.
  • El trabajo me enseña humildad, entender que no siempre tengo la razón y que siempre puedo mejorar.

Si logramos incorporar este nuevo pensamiento, empezaremos a despertar nuevas emociones y sentimientos frente a nuestro trabajo, esto no implica que van a desaparecer los retos y conflictos, pero si es una invitación para ver más allá del punto negro en la pared y a que no te pierdas toda la pared, esa pared que va más allá del punto negro, que es un mundo de oportunidades para generar asteriscos, triángulos, pintarla, derrumbarla o ampliarla.

Tú puedes ser feliz ahora, no desperdicies la vida esperando que todo y todos sean perfectos, porque ya todo y todos son perfectos como son y no como tu quieres que sean, aprovecha cada momento, cada instante de la vida para saborearla, disfrutarla y conocerte más.